Podríamos afirmar que la historia de los pueblos es como un montón de arcilla recién mojada que es moldeada por los acontecimientos históricos que se van sucediendo en uno y otro. A veces, las manos que dan forma a la arcilla son suaves y agradables como el crecimiento económico o el progreso en materia de derechos; no obstante, en ocasiones parece inevitable que esas manos se vuelvan ásperas y contundentes en forma de horribles conflictos y guerras. La acción de recuperar estas historias y realizar un análisis al respecto no constituye una tarea fácil, pues los agentes que suelen intervenir en estos conflictos acostumbran a ser muy variados y con variados intereses que les mueven a actuar de una u otra manera
Victor Fernandez Cuervo Entre las regiones que un día fueron colonias europeas existen kilómetros de fronteras que separan montañas, valles, ríos y desiertos, pero también pueblos. Y esas fronteras no las decidieron sus gentes, sino aquellos que durante años impusieron su dominio sobre ellas. Es por esto por lo que, cuando las colonias africanas se independizaron de Europa, surgió una idea: el Estado africano, una verdadera Unión Africana que le diera a sus pueblos la fuerza necesaria para asegurar su autodeterminación. Sin embargo, tras la descolonización, en sólo unos años la construcción de la unidad se vino abajo. El sueño de la integración de los pueblos africanos parece haber muerto, si es que algún día los europeos lo percibimos como vivo, o, al menos, supimos de su existencia. Hoy en día, los restos del sueño panafricano se materializan en la Unión Africana, la organización internacional por excelencia en la región. Sin embargo, ¿qué sabemos realmente de la Historia reciente del pueblo negro? ¿Conocemos África?
“Estoy harto de mi ciudad”, “Quiero un cambio de aires”, “Quiero ver mundo, viajar…”, “Quiero ayudar al que menos tiene” o “Pobrecitos los niños de África”, “ Yo dono a ONGs para ayudar a los más necesitados” y “De mayor adoptaré a un negrito”
“El racismo ya no existe”
¿Quién no ha escuchado alguna vez esta afirmación? Yo, cientos de veces. |